En uno de los rincones más bellos del barrio parisino de Montmartre se alza Au Lapin Agile, un rústico local que, desde 1910, acogió tertulias artísticas y literarias. En mi paseo matutino por Montmartre pensé entrar a tomar un cruasán entre manuscritos o retratos de esos conocidos artistas enmarcados en las paredes, y quizá entre algún bohemio escritor que buscaba inspiración inmerso en el aroma del café… Pero me encontré con las puertas cerradas de un cabaret que sólo las abre a partir de las 9 de la noche y que cobra entrada por traspasarlas. Eso sí, según supe después, aunque no por experiencia propia, te reciben con el mismo licor de cerezas que ya bebían artistas y bohemios hace un siglo…
Antiguamente se llamaba Cabaret des Assassins, y tomó su nuevo nombre de un cartel pintado por el humorista André Gill que representaba un conejo saliendo de una sartén (Le Lapin à Gill), que vino a ser conocido como "el conejo ágil" (Lapin Agile).
El club adquirió popularidad entre intelectuales y artistas a comienzos del siglo XX, convirtiéndose en punto de reunión de personalidades como Picasso, Utrillo, Braque, Max Jacob, André Salmon… Cuentan que, en 1911, el novelista Roland Dorgelès, que despreciaba el arte pictórico moderno tal y como lo practicaban, entre otros, Picasso, gastó una broma a un cliente. Nada menos que al poeta Guillaume Apollinaire, defensor del cubismo y de toda forma de expresión que significara la renovación de la tradición, que había de ser superada, como él mismo logró en su arte literario. Ató un pincel a la cola del mono del dueño del café y mostró el resultado, con título de "Atardecer sobre el Adriático", en una exposición. La singular obra tuvo bastante éxito.
Por cierto, Au Lapin Agile se encuentra junto a los que dicen son los últimos viñedos que se conservan en París. El primer sábado de octubre se celebra la fiesta de la vendimia.
Más sobre Montmartre: Paeando por Sacré-Coeur
Web Oficial: Au Lapin Agile (francés)
Antiguamente se llamaba Cabaret des Assassins, y tomó su nuevo nombre de un cartel pintado por el humorista André Gill que representaba un conejo saliendo de una sartén (Le Lapin à Gill), que vino a ser conocido como "el conejo ágil" (Lapin Agile).
El club adquirió popularidad entre intelectuales y artistas a comienzos del siglo XX, convirtiéndose en punto de reunión de personalidades como Picasso, Utrillo, Braque, Max Jacob, André Salmon… Cuentan que, en 1911, el novelista Roland Dorgelès, que despreciaba el arte pictórico moderno tal y como lo practicaban, entre otros, Picasso, gastó una broma a un cliente. Nada menos que al poeta Guillaume Apollinaire, defensor del cubismo y de toda forma de expresión que significara la renovación de la tradición, que había de ser superada, como él mismo logró en su arte literario. Ató un pincel a la cola del mono del dueño del café y mostró el resultado, con título de "Atardecer sobre el Adriático", en una exposición. La singular obra tuvo bastante éxito.
Por cierto, Au Lapin Agile se encuentra junto a los que dicen son los últimos viñedos que se conservan en París. El primer sábado de octubre se celebra la fiesta de la vendimia.
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Web Oficial: Au Lapin Agile (francés)
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