lunes, 25 de junio de 2012

Campaña interna de Visit Elche: "Nosotros somos turismo, tú también"


Hace unos meses que Elche se mueve en cuestión turística. No recuerdo tantos eventos seguidos dedicados a dar a conocer la ciudad y sus posibilidades turísticas. Probablemente hayáis visto la nueva marca que se presentó en enero, Visit Elche, pero hace unas semanas se ha iniciado una campaña interna que me ha llamado la atención.

Esta campaña, en prensa local, carteles y radio, no se dirige a los posibles visitantes de la ciudad, sino a sus habitantes. Con el lema "Nosotros somos turismo, tú también" nos invita a ejercer de buenos anfitriones con los turistas que llegan a Elche.

Siendo Elche mi ciudad, me topo con esos anuncios cada día y me ha hecho reflexionar sobre una cuestión que tal vez os suene a los que estéis acostumbrados a recibir turismo. A veces, los visitantes no son como nos gustaría que fueran, o hay a quien le parece que "le invaden". Todo ello, a mi parecer, sin percatarse de lo bueno que el turismo bien gestionado puede traer.

Pero esa sensación de "invasión" o de "esto no va conmigo" puede hacer que la gente para quien la ciudad es su casa y no su destino de vacaciones no acoja de una manera radiante al turismo. Y ahora, que las experiencias están tan de moda, una mala respuesta, una cara antipática, puede, si no echar a perder, al menos marcar negativamente la experiencia de un turista en tu ciudad.

En este aspecto pretende incidir la campaña. Se compone básicamente de imágenes en las que se ve a distintas personas que tienen contacto con los turistas, siendo amables, sonriendo. Una señora indica al foráneo en un mapa, el taxista, el personal de limpieza, un camarero, recepcionistas de hotel... y el propio personal de información turística.

El mensaje final de Visit Elche: todos somos turismo, todos podemos contribuir a que el visitante se sienta bien acogido. Será que la hospitalidad es un valor a la baja en los tiempos que corren, pero también tenemos que ser críticos con el turismo que queremos, y me vienen a la cabeza casos como el de Lloret. Probablemente su gente no estará dispuesta a sonreír  y ser amable con determinado tipo de visitas...

Por suerte, aquí ese tipo de turismo no prolifera, de modo que la próxima vez que alguien perdido me pregunte cómo se va al aeropuerto, a la playa, al Palmeral, al Huerto del Cura... me acordaré de seguir sonriendo. Lo mismo me sucede en mi segunda casa, Mallorca, donde ese sentimiento de "turista invasor" sí me ha salpicado en ocasiones.

En cualquier caso, no dejaré de llamarles la atención si por ejemplo ensucian las playas, algo tan común, porque esta, sí, es mi casa. Bueno... bien pensado, en todos los sitios hay quien ensucia su propia casa, de modo que no me pararé a investigar si es turista o no. Pero la sonrisa desaparece, qué vamos a hacerle.

Más información: ElcheVisit Elche
En Voy de viaje: La Dama de Elche se despide con récordMi primer Misterio

jueves, 7 de junio de 2012

Noruega, un país de cuento: concurso de microrrelatos





Hoy os quiero hablar de un concurso que reúne varias de mis pasiones, y que ha llamado mi atención hasta el punto de haber participado ya con un par de colaboraciones, por llamar así a mi modesto intento de sacar la escritora que hay en mí. Se trata del concurso de microrrelatos de "Noruega: un país de cuento", que pretende que se plasme la magia de Noruega en tan solo 150 palabras.

Es un concurso para los fans de Visitnorway.es en Facebook, donde podremos enviar nuestros microrrelatos. Además, si no tienes Facebook o prefieres que el relato sea de tu puño y letra, también existe la posibilidad de participar enviando una postal a la dirección de la Oficina de Comercio y Turismo de Noruega (Plaza de Colón, nº2, Torres de Colón. Torre II- pl. 20. 28046 Madrid). El plazo está abierto hasta el 30 de junio de 2012.

El premio no es un viaje, no (ahí me tienes a mi echando el resto para tener más posibilidades), pero tampoco tiene desperdicio: el mejor microrrelato elegido por un jurado ganará un Ipad, el segundo un curso de escritura en escueladeescritores.es y en tercer lugar una mochila Bergans.

De momento he contribuido con dos microrrelatos al concurso, aunque he de reconocer que no tienen nada que ver con la tónica general de los relatos que voy viendo. La mayoría son bastante idílicos, centrados en los espectaculares paisajes del país, o bien plasman aspectos legendarios de Noruega. Ambas opciones son perfectamente válidas, de hecho es lo que se propone como fuente de inspiración en las bases del concurso.

Pero me cuesta inspirarme en un paisaje que no conozco personalmente, que no me ha transmitido su luz, su olor, sus sonidos... Por eso he decidido centrarme en otra vertiente del país, que por supuesto también aparece en la web de Visit Norway para dar ideas. Porque Noruega también es su arte y sus artistas, y tenerlos los tiene, bien ilustres y autores de obras que me han impactado de uno u otro modo.

El arte noruego también es uno de sus valores turísticos. De manera que he escogido dos de sus creaciones más reconocidas y me he inspirado para estos microrrelatos que os dejo a continuación, algo oscuros, lo sé. Pero es lo que tiene la inspiración, que llega de donde menos la esperas.
El cielo llameaba sobre Oslo, y rubores ondulados de carmín competían con el gélido fiordo amoratado. Los lazos de aire que acariciaban a otros a mí me fustigaban en la colina de Ekeberg, mientras caminaba tras dos sombreros paseantes, inmerso en mi desesperación. De repente, una figura cadavérica presa de la más inmensa angustia rajó el silencio con un aullido de filo de cuchilla que tan solo yo parecía escuchar. Vi en esa imagen hipnótica un reflejo de mí mismo, tal vez era yo. Quedé desgarrado para siempre, loco, intentando plasmar aquel horror infinito en el lienzo.
Más de cien personas corren desnudas por Frogner, niños, mujeres, hombres, ancianos, vulnerables, en una búsqueda imposible, o una huida desconocida tal vez. Su carrera les lleva a arremolinarse en el mismo punto, a trepar unos sobre otros, de nuevo buscando, de nuevo huyendo, cada vez con más ansias. Las figuras entrelazadas, aplastadas o escaladoras, silentes o sonoras, se mezclan impregnándose de sufrimiento o esperanza. Sufrimiento por el dolor inmóvil de no poder escapar a respirar, dolor de instintos constreñidos. Esperanza porque sienten más cerca el cielo, allá donde todos quieren llegar, a lo alto del monolito.
No se trata de mi única participación en el concurso de microrrelatos "Noruega, un país de cuento". Porque ya tengo en mente otras historias, lo que ocurre es que, a pesar de su brevedad, me llevan mucho tiempo (para cuándo un premio en forma de horas al día). Espero que esta vez me salgan microcuentos menos lúgubres, eso sí, que no se diga que soy una ceniza, porque la magia de Noruega pude tener muchas vertientes... ¡y un Ipad está en juego!

Web para concursar: VisitNorway.es en Facebook